lunes, 12 de abril de 2010

EL PORQUE DEL NOMBRE DEL BLOG




“Sería homosexual en San Francisco, negro en Sudáfrica, asiático en Europa, Chicano en San Isidro, anarquista en España, palestino en Israel, indio Maya en las calles de San Cristóbal, miembro de la mafia en Niza, judío en la Alemania nazi, un Ombudsman (Defensor del Pueblo) en el Ministerio de Defensa, un comunista tras la guerra fría, un artista sin galería que le exponga, pacifista en Bosnia, ama de casa sola un sábado en la noche en cualquier vecindario de cualquier ciudad mexicana, huelguista en la Confederación de Trabajadores de México (CTM), reportero sin historias con las que llenar las páginas traseras del diario, una mujer sola en el metro a las diez de la noche, un jornalero sin tierra, un parado… un estudiante inconformista, un disidente de la economía de mercado, un escritor sin libros o lectores y, por supuesto, un zapatista en las sierras del sureste de México. Por ello Marcos es un ser humano, cualquier ser humano del mundo. Marcos son todas las minorías explotadas, marginadas y oprimidas resistiendo y clamando: ¡Basta ya!”.

Subcomandante Insurgente Marcos

MONOPOLIOS INFORMATIVOS: LA COMPRA DE PAPEL PRENSA

Papel Prensa, la principal y casi única distribuidora de papel para diarios de la Argentina, fue comprada en 1976 por el grupo Clarín junto a La Nación y La Razón. Estos diarios, para justificarse, intentan instalar un debate tratando de correr otro. Intentan discutir sobre si la compra de Papel Prensa fue realizada en buenos términos y no en actos de corrupción. Ocultan el hecho de que su compra fue una práctica completamente monopolizadora. Como es harto conocido, a la dictadura de Jorge Rafael Videla no le interesaba en ese entonces (ni nunca) desmonopolizar la Argentina.


¿Por qué es importante este debate y no el otro? Hacia 1976 había solamente tres papeleras. Papel Prensa, liderada por David Graiver (quien se creía tenía relaciones con los Montoneros), Papel de Tucumán, que proporcionaba papel a los diarios del interior, pero que luego se concentró en papel obra, y Fapel, que pertenecía a estos tres poderosos diarios. El lector debe situarse en contexto. Había una papelera para el interior, y dos para la Capital. Cuando Fapel compra Papel Prensa ya quedaba una para el interior y otra para Capital. Cuando Papel Tucumán cambia de rubro, ya solamente quedaba una papelera en todo el país, como hoy en día.


Pero esto no es todavía lo más grave. Los diarios, como cualquier otro medio de comunicación, son importantes formadores de opinión, y más en una sociedad tan politizada como la de aquella época. Los diarios anteriormente mencionados estaban completamente a favor de la dictadura. Entonces, si el grupo Clarín tiene Papel Prensa, solo se distribuye la opinión de Clarín, o sea, la del a favor del golpe militar. ¿Por qué? Porque a Clarín le pertenecía la única papelera del país y es del sentido común que como dueños de la única papelera solo le distribuyen papeles a los diarios afines a la dictadura, y si le llegaran a distribuir a otros diarios no lo harían en las mismas condiciones. No es casualidad que, como informa la página Diarios sobre diarios, los diarios que más se venden en la actualidad son Clarín y La Nación.




Para entender esto fácilmente basta compararlo con la fusión de Cablevisión y Multicanal, permitida durante el gobierno de Néstor Kirchner (si, el mismo que ahora levanta las banderas de la libertad de expresión). Con esa unión Clarín pasó a tener el monopolio del cable, y uno de los canales que ocultaron fue Telesur, uno de los pocos medios que transmitió el golpe en Honduras. Si usted era uno de los tantos que tenía Cablevisión o Multicanal, no se pudo enterar que pasó en ese país, por lo menos no con estos medios. Causa gracia la propaganda de Clarín atacando la Ley de Servicios Audiovisuales diciendo que "el control remoto te da el poder a vos", no la ley, el problema es que todo lo que el control remoto abarque lo decide el grupo Clarín.


Y si aún no está convencido de que los diarios sean tan importantes, mire a la Argentina oficialista previa al conflicto con el campo (Clarín oficialista) y mire a la Argentina completamente opositora de hoy (Clarín opositor). No puede ser solo una casualidad.



GAR