lunes, 28 de septiembre de 2009

ZELAYA FUE ATACADO CON SUSTANCIAS QUÍMICAS

A tres meses del golpe de Estado en Honduras


Parecería común que una dictadura, para celebrar un aniversario, deba asesinar personas. Pasó en Argentina, exactamente tres meses después de que asumió el triunvirato presidido por Jorge Rafael Videla donde se irrumpió una casa donde vivían Laura Mujica y Horacio Merega, ambos heridos de muerte por las “tropas del orden”, y Carlos Ocampo, secuestrado vivo pero que murió en la mesa de torturas. Laura tenía 26 años, sigue desaparecida.


Tal vez en menor escala, pero igualmente, está sucediendo esto en Honduras tras el golpe hecho al gobierno de Manuel Zelaya que puso en el poder a Roberto Micheletti (alias Goriletti). El pasado domingo el régimen de facto cumplió tres meses y lo celebró atacando químicamente dos días antes a la embajada de Brasil donde se encuentra refugiado Zelaya y su familia. El elemento utilizado fue el Cesio 132 que, según denunció la legítima canciller, Patricia Rodas, habría sido comprado a los israelíes. Además de producir vómitos, diarreas, hemorragias y demás, en grandes exposiciones puede producir la muerte. Aunque aún no está confirmado, se cree que también puede producir los tipos de cáncer que se vieron en el Japón post Nagasaki e Hiroshima. Chernobyl es la región con más cantidad de Cesio hoy en día. Cabe destacar que en las protestas se utilizan gases lacrimógenos que el gobierno peruano de Alan García le vendió al régimen de facto. Definitivamente, la derecha es golpista.


Fueron atacadas 100 personas junto al legítimo mandatario. Zelaya se descompuso y tuvo que ser cambiado de habitación, a la vez que denunció que todos estaban sufriendo de ardor en la garganta, picazón en las extremidades, ampollas en la piel, migrañas, gusto amargo en el paladar y casi 20 personas vomitaron o defecaron sangre. Pero el caso más extremo fue el de la estudiante universitaria Wendy Elizabeth Ávila, quien murió el sábado por “una gravedad broncopulmonar” originada por los gases tóxicos y agravada por el hecho de ser asmática. El médico de Zelaya y viceministro de Salud, Alfonso Díaz Pon, relataba que estaba revisando a “un paciente de 52 años, diabético, hipertenso y con problemas cardíacos. Está tirado sobre un cartón en el garaje y cada vez se le hace más difícil respirar”.


En base a estos hechos y por presión de la comunidad internacional, el gobierno de facto se defendió a través de un comunicado que decía: “Lo único que hay en este momento es un operativo de limpieza que realiza la Alcaldía Municipal del Distrito Central (…) Los trabajos de limpieza se hacen normalmente, pero en estos días se ha tenido que redoblar el personal debido a la presencia de seguidores de Zelaya, como también de las personas que llegan a visitarlo”. Y por si fuera poco, culpan a la primera dama legítima, Xiomara Castro, de haber confundido a los trabajadores de limpieza creyendo que eran hombres encapuchados que lanzaban gases tóxicos con mangueras directamente en el patio de la embajada brasilera.


El día anterior al ataque Zelaya había anunciado, y demostrado, estar abierto al diálogo. Se reunió con un hombre del régimen golpista que no fue identificado, con Juan José Pineda, obispo auxiliar y representante de la Iglesia y a la noche con los cuatro candidatos presidenciales que apoyaron el golpe, entre ellos Porfirio Lobo y el zelayista Elvin Santos, ambos favoritos para quedarse con el próximo gobierno.


La situación actual de Honduras es muy tensa. Por la noche, violando el toque de queda y las barricadas impuestas por el gobierno de facto, miles de manifestantes salen a reclamar el retorno de Zelaya. Los militares, cual dictadura latinoamericana, entran en las casas y se llevan personas detenidas sin ninguna orden judicial. Uno de los casos, relatado por Bertha Oliva, defensora de los Derechos Humanos, era el de un grupo de jóvenes, más de 50, que salió a protestar una noche levantando barricadas. Un vecino llamó a la policía mientras que una mujer, cuando estos llegaron, los refugió en su casa. Para sorpresa de todos, los militares balearon el lugar, irrumpieron en el y se llevaron a una decena de jóvenes, previa limpieza de la escena del crimen, ya que antes de irse levantaron los casquillos de sus disparos. Después de esto, Oliva, junto a más personas, fueron a reclamar a la comisaría y lograron liberar casi cien personas que habían sido detenidas solamente esa noche.


Las protestas habían disminuido porque el jueves 24 se había eliminado el toque de queda, y aprovechando esta situación Micheletti reunió a miles de personajes de universidades privadas y cúpulas empresariales que con remeras blancas protestaron en frente a la oficina de las Naciones Unidas y de la Embajada de Estados Unidos en apoyo al golpe militar.





GAR




miércoles, 23 de septiembre de 2009

Medio Oriente no se apaga y el resto sigue tirando brasas

Fracasaron nuevamente las negociaciones entre Palestina e Israel. Sus autoridades se reunieron en Nueva York, Mahmud Abbas, del partido Fatah, por palestina y el conservador Benjamín Netanyahu por el lado israelí. La cita fue convocada por el mismo presidente estadounidense, Barack Obama quien se reunió con ambos mandatarios por separado pero no obtuvo ningún resultado. Ya la semana pasada Estados Unidos había mandado a un enviado especial, George Mitchell, con el mismo objetivo, pero tuvo el mismo resultado. Se confirmó que la semana que viene irá a probar suerte la Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton quien realizará un informe para entregar el mes próximo. Finalmente, se le pedirá a los representantes de Palestina e Israel que se reúnan en Washington.

Sin embargo esta reunión no es muy esperanzadora. Por un lado quien está tomando parte en la negociación es el mayor aliado de Israel, y tampoco ha tratado muy bien al mundo árabe. Obama trata de revertir esto pero no puede apoyar a uno sin tener que oponerse al otro. Por otro lado, la Autoridad Palestina pidió a Israel que se detenga la construcción de asentamientos ilegales israelíes en el territorio de Cisjordania, pero Israel respondió con que se suspenderían solo por nueve meses, los palestinos no quedaron satisfechos. Esto es uno de los temas que Mitchell había estado debatiendo con los mandatarios. Finalmente, y más rara que las primeras dos, Netanyahu dijo que negociará si Palestina renuncia a todas las precondiciones, entre ellas, exigir el cese de los asentamientos.

Un país que está entrando en escena es Irán, claramente a favor de la Autoridad Palestina. El primer ministro Mahmud Ahmadinejad debe reunirse en la ONU para hablar sobre su programa nuclear. Pidió a las potencias extranjeras, mediante un discurso en el desfile anual militar, que retiren a sus tropas de los países vecinos. También aseguró que “ninguna potencia osará desarrollar en su espíritu la idea de atacar Irán”. Sin embargo, Netanyahu nunca descartó invadir Irán, ya en el desfile se veían carteles que decían “muera Israel” y “muera Estados Unidos”, además de que desde Irán se manifestaron a favor de la destrucción del Estado israelí.

A esta situación, cada vez más complicada, tenemos que sumar finalmente un país más pero que esta vez apoya a Israel, se trata de Rusia. Desde junio viajaron tres autoridades israelíes a Moscú: el canciller Avigdor Lieberman, el presidente Shimon Peres y el primer ministro Netanyahu. El primero fue previo a las elecciones de Irán donde Lieberman manifestó su preocupación por el programa nuclear de Irán. El segundo encuentro se produjo cuando la Mossad, el servicio de inteligencia israelí, secuestra un barco ruso sospechando que era de contrabando. Ahí Peres se reunió con el presidente ruso Dmitri Medvedev quien le prometió reconsiderar la venta de armas a Irán, se trataba de misiles S-300. Finalmente, el último encuentro fue muy llamativo. Netanyahu no avisó de su viaje, los israelíes se encontraron de repente con que su primer ministro había desaparecido. El tema no está muy claro, pero por un tiempo se creyó que fue a denunciar que estaban llegando armas rusas al movimiento Hamas en Palestina y al Hezbollah en el sur del Líbano, ambos movimientos con los que Israel tiene algunos problemas.

Los problemas en la región surgieron después de la Primera Guerra Mundial. Para vencer al Imperio Otomano, Inglaterra le pide ayuda a Arabia Saudita prometiéndole esos territorios para poder fundar un gran estado árabe (si bien Turquía era la gran Capital de los musulmanes, estos no eran árabes). Al vencerlos Inglaterra traiciona ese pacto y firma con Francia el tratado de Sykes-Picot, donde se dividen lo que hoy es Israel. El objetivo para los británicos era poseer el Canal de Suez para poder comerciar con su principal colonia, la India. Los asentamientos judíos permitieron esto. Cada vez fueron emigrando más y más judíos y británicos al territorio, dando lugar, después del Holocausto, a Israel en 1947. En ese momento, y a pesar de que dos tercios de la población eran palestinos, la ONU divide el territorio en un 50-50. Se produce la primer ofensiva israelí donde, con un ejército muy superior, vencen y los palestinos quedan con dos territorios desconectados, Cisjordania, bajo administración jordana (cuyo rey, con un gran ejército, no defendió a los palestinos por tener un pacto secreto con Inglaterra) y Gaza, bajo administración egipcia. Se produce en 1967 la Guerra de los 6 Días, con otra victoria de Israel y en el 2000 hasta hoy se producen los ya famosos asentamientos ilegales, israelíes que establecen barrios en Cisjordania. A esto hay que sumarle los muros que Israel construyó en las fronteras de Gaza y Cisjordania asfixiando a la calidad de vida de esas regiones.



GAR

jueves, 17 de septiembre de 2009

CURRÍCULUM VITAE: ROBERT MCNAMARA




Los hechos más importantes de su carrera y las consecuencias que trajeron. Un hombre exitoso, muy inteligente, que llegó muy lejos, y que fomentó algunos de los desastres más grandes del siglo que pasó.


Los Boy Scouts y los Secretarios de Defensa – principalmente los de Estados Unidos – deberían de ser dos grupos de personas antagónicos. Unos abogan por el amor a la naturaleza, servir a los demás, ser cortés, el otro grupo maneja el negocio de la guerra. Pero toda regla tiene su excepción, y en este caso estamos hablando de Robert Mcnamara que fue Boy Scout de chico y Secretario de Defensa de grande, en los gobiernos de John Fitzgerald Kennedy y luego en el de su vice Lyndon Johnson, del Partido Demócrata. Pero para entender a este personaje hay que entender en donde actuó y comprender por qué es uno de los hombres más influyentes del siglo XX.


En 1964 – la famosa década de los hippies – se da inicio, bajo el gobierno de Johnson, a la guerra de Vietnam. El enfrentamiento empezó porque el 4 de agosto de ese año los destructores Maddox y USS Turner Joy navegaban por el Golfo de Tonkin (prácticamente estaban en aguas vietnamitas) y fueron atacados por los norvietnamitas. Esto produjo que el Congreso estadounidense aprobara la resolución del Golfo de Tonkin que le daba permiso al presidente Johnson realizar acciones bélicas con el país comunista. Fue Mcnamara quien le dio al Congreso las pruebas necesarias para la aprobación del proyecto. Tiempo después se descubrió que este ataque norvietnamita fue una mentira, demasiado tarde, ya habían muerto más de un millón de personas.


Mcnamara, como Secretario de Defensa, fue uno de los que fomentó la guerra mandando miles y miles de soldados. Realizó lo que se llamó la Línea Mcnamara, que consistía en construir una barrera separando la Vietnam comunista de la capitalista, la Vietnam del norte de la del sur, y mantener alejados a la guerrilla comunista del Viet Cong que luchaban en el sur. Y no solo eso, además se enterraron explosivos para que de verdad no puedan pasar, muchos no fueron desactivados todavía, aproximadamente, tres millones de bombas.


Fomentó desde su posición los bombardeos indiscriminados, a tal punto que el resultado fue un daño del 32% de la superficie total de Vietnam del Sur por los 10 millones de toneladas de bombas y las 55 mil toneladas del famoso Agente Naranja lanzadas. Esto produjo que millones de personas fueran desplazadas de sus viviendas en calidad de refugiados. Lo llamativo es que cuando se produce la ofensiva norvietnamita, en 1968, Mcnamara renunció o fue desplazado por Johnson – algo que ni a él le quedó claro – “arrepintiéndose” de haber fomentado la guerra, en realidad, se disculpaba por haber perdido la guerra, no por todas las muertes innecesarias que causó.


Pero yendo más atrás en la historia, se ve que Mcnamara también participó en la crisis de los misiles en Cuba. La Unión Soviética de Nikita Jruschev había mandado en plena Guerra Fría ojivas nucleares a la isla, gobernada por Fidel Castro, mientras los diplomáticos estadounidenses, con Kennedy a la cabeza, se debatían entre negociar o destruir directamente a los caribeños. El mismo Mcnamara reconoció en el documental The Fog of War que estuvimos muy cerca de la destrucción, y eso está representado por un calendario de bronce que Kennedy le había regalado, el cual tenía marcado los días que duró el conflicto.


Él, junto con Kennedy, estaba del lado de negociar una salida pacífica al conflicto, ya Jruschev había mostrado buena predisposición para hacerlo. En la otra punta estaban los halcones del Congreso, la rama más derechosa del Partido Republicano, que querían destruir al comunismo a como de lugar. Se encuentra una solución pacífica al conflicto y se eliminan la mayoría de las ojivas nucleares de ambos mandos, pero los demócratas, que también querían destruir el comunismo a como de lugar, impusieron un bloqueo económico a Cuba prohibiendo a toda empresa de capitales norteamericanos comerciar con la isla. Ese bloqueo costó hasta la fecha miles de millones de dólares para el país comunista.


Entre otras cosas, Mcnamara fue, por unos meses, antes de entrar como Secretario de Defensa, presidente de la General Motors, el primero que no venía de la familia fundadora, los Ford. Había participado en los bombardeos de Nagasaki e Hiroshima evaluando la capacidad de los ataques. Y cuando fue desplazado del puesto por Johnson, o renunció, el mismo presidente le ofreció la presidencia del Banco Mundial, que empezó a dar hasta diez veces más en préstamos cuando él llegó. El escritor Jerry Mender dijo en uno de sus libros que Mcnamara mató más gente estando al frente del Banco que en Vietnam, porque la mayoría de los préstamos iba destinado a dictaduras amigas de Estados Unidos, además de que el mismo banco impuso políticas de libre comercio a los países del Tercer Mundo.


Por esto y más, se puede afirmar que se fue una de las mentes más influyentes del siglo XX, una mente que aumentó la dominación de las potencias sobre los países periféricos, una mente que fomentó un capitalismo más sangriento de lo que era, una mente que solo se arrepiente de los fracasos, pero esa mente recuerda que “la racionalidad no nos salvará”.



GAR