jueves, 17 de septiembre de 2009

CURRÍCULUM VITAE: ROBERT MCNAMARA




Los hechos más importantes de su carrera y las consecuencias que trajeron. Un hombre exitoso, muy inteligente, que llegó muy lejos, y que fomentó algunos de los desastres más grandes del siglo que pasó.


Los Boy Scouts y los Secretarios de Defensa – principalmente los de Estados Unidos – deberían de ser dos grupos de personas antagónicos. Unos abogan por el amor a la naturaleza, servir a los demás, ser cortés, el otro grupo maneja el negocio de la guerra. Pero toda regla tiene su excepción, y en este caso estamos hablando de Robert Mcnamara que fue Boy Scout de chico y Secretario de Defensa de grande, en los gobiernos de John Fitzgerald Kennedy y luego en el de su vice Lyndon Johnson, del Partido Demócrata. Pero para entender a este personaje hay que entender en donde actuó y comprender por qué es uno de los hombres más influyentes del siglo XX.


En 1964 – la famosa década de los hippies – se da inicio, bajo el gobierno de Johnson, a la guerra de Vietnam. El enfrentamiento empezó porque el 4 de agosto de ese año los destructores Maddox y USS Turner Joy navegaban por el Golfo de Tonkin (prácticamente estaban en aguas vietnamitas) y fueron atacados por los norvietnamitas. Esto produjo que el Congreso estadounidense aprobara la resolución del Golfo de Tonkin que le daba permiso al presidente Johnson realizar acciones bélicas con el país comunista. Fue Mcnamara quien le dio al Congreso las pruebas necesarias para la aprobación del proyecto. Tiempo después se descubrió que este ataque norvietnamita fue una mentira, demasiado tarde, ya habían muerto más de un millón de personas.


Mcnamara, como Secretario de Defensa, fue uno de los que fomentó la guerra mandando miles y miles de soldados. Realizó lo que se llamó la Línea Mcnamara, que consistía en construir una barrera separando la Vietnam comunista de la capitalista, la Vietnam del norte de la del sur, y mantener alejados a la guerrilla comunista del Viet Cong que luchaban en el sur. Y no solo eso, además se enterraron explosivos para que de verdad no puedan pasar, muchos no fueron desactivados todavía, aproximadamente, tres millones de bombas.


Fomentó desde su posición los bombardeos indiscriminados, a tal punto que el resultado fue un daño del 32% de la superficie total de Vietnam del Sur por los 10 millones de toneladas de bombas y las 55 mil toneladas del famoso Agente Naranja lanzadas. Esto produjo que millones de personas fueran desplazadas de sus viviendas en calidad de refugiados. Lo llamativo es que cuando se produce la ofensiva norvietnamita, en 1968, Mcnamara renunció o fue desplazado por Johnson – algo que ni a él le quedó claro – “arrepintiéndose” de haber fomentado la guerra, en realidad, se disculpaba por haber perdido la guerra, no por todas las muertes innecesarias que causó.


Pero yendo más atrás en la historia, se ve que Mcnamara también participó en la crisis de los misiles en Cuba. La Unión Soviética de Nikita Jruschev había mandado en plena Guerra Fría ojivas nucleares a la isla, gobernada por Fidel Castro, mientras los diplomáticos estadounidenses, con Kennedy a la cabeza, se debatían entre negociar o destruir directamente a los caribeños. El mismo Mcnamara reconoció en el documental The Fog of War que estuvimos muy cerca de la destrucción, y eso está representado por un calendario de bronce que Kennedy le había regalado, el cual tenía marcado los días que duró el conflicto.


Él, junto con Kennedy, estaba del lado de negociar una salida pacífica al conflicto, ya Jruschev había mostrado buena predisposición para hacerlo. En la otra punta estaban los halcones del Congreso, la rama más derechosa del Partido Republicano, que querían destruir al comunismo a como de lugar. Se encuentra una solución pacífica al conflicto y se eliminan la mayoría de las ojivas nucleares de ambos mandos, pero los demócratas, que también querían destruir el comunismo a como de lugar, impusieron un bloqueo económico a Cuba prohibiendo a toda empresa de capitales norteamericanos comerciar con la isla. Ese bloqueo costó hasta la fecha miles de millones de dólares para el país comunista.


Entre otras cosas, Mcnamara fue, por unos meses, antes de entrar como Secretario de Defensa, presidente de la General Motors, el primero que no venía de la familia fundadora, los Ford. Había participado en los bombardeos de Nagasaki e Hiroshima evaluando la capacidad de los ataques. Y cuando fue desplazado del puesto por Johnson, o renunció, el mismo presidente le ofreció la presidencia del Banco Mundial, que empezó a dar hasta diez veces más en préstamos cuando él llegó. El escritor Jerry Mender dijo en uno de sus libros que Mcnamara mató más gente estando al frente del Banco que en Vietnam, porque la mayoría de los préstamos iba destinado a dictaduras amigas de Estados Unidos, además de que el mismo banco impuso políticas de libre comercio a los países del Tercer Mundo.


Por esto y más, se puede afirmar que se fue una de las mentes más influyentes del siglo XX, una mente que aumentó la dominación de las potencias sobre los países periféricos, una mente que fomentó un capitalismo más sangriento de lo que era, una mente que solo se arrepiente de los fracasos, pero esa mente recuerda que “la racionalidad no nos salvará”.



GAR





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