miércoles, 23 de septiembre de 2009

Medio Oriente no se apaga y el resto sigue tirando brasas

Fracasaron nuevamente las negociaciones entre Palestina e Israel. Sus autoridades se reunieron en Nueva York, Mahmud Abbas, del partido Fatah, por palestina y el conservador Benjamín Netanyahu por el lado israelí. La cita fue convocada por el mismo presidente estadounidense, Barack Obama quien se reunió con ambos mandatarios por separado pero no obtuvo ningún resultado. Ya la semana pasada Estados Unidos había mandado a un enviado especial, George Mitchell, con el mismo objetivo, pero tuvo el mismo resultado. Se confirmó que la semana que viene irá a probar suerte la Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton quien realizará un informe para entregar el mes próximo. Finalmente, se le pedirá a los representantes de Palestina e Israel que se reúnan en Washington.

Sin embargo esta reunión no es muy esperanzadora. Por un lado quien está tomando parte en la negociación es el mayor aliado de Israel, y tampoco ha tratado muy bien al mundo árabe. Obama trata de revertir esto pero no puede apoyar a uno sin tener que oponerse al otro. Por otro lado, la Autoridad Palestina pidió a Israel que se detenga la construcción de asentamientos ilegales israelíes en el territorio de Cisjordania, pero Israel respondió con que se suspenderían solo por nueve meses, los palestinos no quedaron satisfechos. Esto es uno de los temas que Mitchell había estado debatiendo con los mandatarios. Finalmente, y más rara que las primeras dos, Netanyahu dijo que negociará si Palestina renuncia a todas las precondiciones, entre ellas, exigir el cese de los asentamientos.

Un país que está entrando en escena es Irán, claramente a favor de la Autoridad Palestina. El primer ministro Mahmud Ahmadinejad debe reunirse en la ONU para hablar sobre su programa nuclear. Pidió a las potencias extranjeras, mediante un discurso en el desfile anual militar, que retiren a sus tropas de los países vecinos. También aseguró que “ninguna potencia osará desarrollar en su espíritu la idea de atacar Irán”. Sin embargo, Netanyahu nunca descartó invadir Irán, ya en el desfile se veían carteles que decían “muera Israel” y “muera Estados Unidos”, además de que desde Irán se manifestaron a favor de la destrucción del Estado israelí.

A esta situación, cada vez más complicada, tenemos que sumar finalmente un país más pero que esta vez apoya a Israel, se trata de Rusia. Desde junio viajaron tres autoridades israelíes a Moscú: el canciller Avigdor Lieberman, el presidente Shimon Peres y el primer ministro Netanyahu. El primero fue previo a las elecciones de Irán donde Lieberman manifestó su preocupación por el programa nuclear de Irán. El segundo encuentro se produjo cuando la Mossad, el servicio de inteligencia israelí, secuestra un barco ruso sospechando que era de contrabando. Ahí Peres se reunió con el presidente ruso Dmitri Medvedev quien le prometió reconsiderar la venta de armas a Irán, se trataba de misiles S-300. Finalmente, el último encuentro fue muy llamativo. Netanyahu no avisó de su viaje, los israelíes se encontraron de repente con que su primer ministro había desaparecido. El tema no está muy claro, pero por un tiempo se creyó que fue a denunciar que estaban llegando armas rusas al movimiento Hamas en Palestina y al Hezbollah en el sur del Líbano, ambos movimientos con los que Israel tiene algunos problemas.

Los problemas en la región surgieron después de la Primera Guerra Mundial. Para vencer al Imperio Otomano, Inglaterra le pide ayuda a Arabia Saudita prometiéndole esos territorios para poder fundar un gran estado árabe (si bien Turquía era la gran Capital de los musulmanes, estos no eran árabes). Al vencerlos Inglaterra traiciona ese pacto y firma con Francia el tratado de Sykes-Picot, donde se dividen lo que hoy es Israel. El objetivo para los británicos era poseer el Canal de Suez para poder comerciar con su principal colonia, la India. Los asentamientos judíos permitieron esto. Cada vez fueron emigrando más y más judíos y británicos al territorio, dando lugar, después del Holocausto, a Israel en 1947. En ese momento, y a pesar de que dos tercios de la población eran palestinos, la ONU divide el territorio en un 50-50. Se produce la primer ofensiva israelí donde, con un ejército muy superior, vencen y los palestinos quedan con dos territorios desconectados, Cisjordania, bajo administración jordana (cuyo rey, con un gran ejército, no defendió a los palestinos por tener un pacto secreto con Inglaterra) y Gaza, bajo administración egipcia. Se produce en 1967 la Guerra de los 6 Días, con otra victoria de Israel y en el 2000 hasta hoy se producen los ya famosos asentamientos ilegales, israelíes que establecen barrios en Cisjordania. A esto hay que sumarle los muros que Israel construyó en las fronteras de Gaza y Cisjordania asfixiando a la calidad de vida de esas regiones.



GAR

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