Entrevista a Edgardo Esteban (excombatiente, periodista, guionista de “Iluminados por el Fuego”), Oscar Luna (excombatiente, psicólogo), Tristán Bauer (director de “Iluminados por el Fuego” y del canal Encuentro) y Gastón Pauls (actor).
-¿Cuál fue tu sensación al hacer la película?
G: Yo no sabía si lo podía hacer, creía que no. No creía poder soportar contar lo que ellos vivieron allá. Esta sensación me duró un segundo y me puse a pensar que ese era un personaje que dignificaba a cualquier actor. O que me golpeó, fue la distancia entre la realidad y la ficción, es muy cruda. Cuando terminaba de grabar, el director decía corte y yo me iba al hotel. Los excombatientes no tuvieron esa suerte. Cuando terminamos de rodar, yo pensé que un chico de los que había estado allá y bajó para darme fuerzas para poder contarlo, estaba descansando en paz.
-¿Cuál fue su sensación al recuperar las islas y estar allá?
E: Con el libro pude exorcizar mis fantasmas. La muerte es una nueva posibilidad al entrar a una guerra. Tengo una frase, que fue la que me hizo arrancar para escribir el libro, que es “para tener paz hay que saber luchar contra la vida”. Hoy en día hay un suicidio por mes. Cuando volvimos, quien antes reivindicaba a Galtieri no nos recibió a nosotros.
O: Llegamos a un paisaje hermoso, pensábamos que era nuestra tierra. Jugábamos, pensábamos que los ingleses nunca iban a llegar.
-¿Por qué muchos excombatientes dicen qué lo qué usted cuenta en su libro es mentira?
E: Porque se ataca al mensajero y no al mensaje. Hoy hay 41 causas de estaqueos, picanas eléctricas, malos tratos. Acá lo importante es debatir sobre Malvinas. El general Menendez decía que esto era mentira, mientras que Rattenbach pedía destitución y fusilamiento para Galtieri.
-¿Hubo en las Malvinas el mismo interés que acá por la película?
E: La película vendió cien copias, es decir, los habitantes de las islas no fueron indiferentes a ella.
-¿Qué sintieron cuando los medios taparon todo? ¿Qué fue lo qué dejaron allá y encontraron cuando volvieron?
O: No tuvimos la oportunidad de hacer duelo. No estábamos preparados, en el primer alerta roja nosotros no teníamos armas. Nos mandaron a la muerte.
-¿Qué le dirían a los culpables?
E: No tengo rencor. Galtieri murió sin hacer una autocrítica. Hoy me pregunto si él pudo terminar su vida tranquilamente. El silencio es el enemigo de todos los excombatientes.
O: Deben hacerse cargo de sus acciones. Sino, deben convivir con la deuda, con la culpa, y eso es feo.
-Hubo otra película en el 84 que hablaba sobre Malvinas, pero luego hubo un intervalo muy grande de silencio, ¿creen qué Iluminados por el Fuego saldó la cuenta con Malvinas?
G: Fue más un intervalo de la gente que del cine. Un excombatiente iba siempre a comer a un lugar y no lo dejaban pasar. Finalmente, un día lo dejaron, pero lo sacaron cuando vinieron otros comensales para ocupar la mesa. También, me hicieron amenazas de Radio 10.
T: Pocas películas hablan de Malvinas. No es culpa de los artistas. ¿Por qué los artistas y el pueblo callan? Hace un año se fusiló a Fuentealba, y los medios desinforman, no hay un análisis profundo, se sigue hablando de las retenciones del agro. ¿Por qué nos quedamos en la superficialidad? Les prohibieron hablar de Malvinas y la dictadura. ¿Podían esos capitanes defender nuestra patria, esos mismos qué torturaban?
-Por qué creen qué el periodismo se interesa más en cosas menos importantes, como fue el caso del Mundial de España al mismo tiempo qué se estaba gestando la guerra de Malvinas?
E: El 16 de junio, salió un decreto que decía que estaba prohibido entrevistar a los excombatientes. En el congreso de derechistas de hace poco, donde también estaba Bernardo Neustadt, en un recital de más de 20 mil personas los repudiaron. Esto, no salió por ningún medio.
G: Clarín es lo más vergonzoso. Cuando fue el cacerolazo del 2001 yo no salí porque me sentía hipócrita, salto solo cuando me tocan el bolsillo. Pero viendo a los medios fui a la plaza. En esa seguidilla de presidentes hubo manifestaciones constantemente y salían en todos los medios. Cuando asumió Duhalde, había en la plaza 80 mil personas, pero no había ni una cámara.
-¿Qué fue peor, enfrentarse a los ingleses o a los comandantes argentinos?
O: En la colimba no había voluntad propia. Había suboficiales más asustados que nosotros. Tampoco quiero meter a todos en la misma bolsa. Hicimos la que pudimos. Fuimos detenidos, y rompimos las armas, aunque ya no funcionaban, para no entregárselas a los ingleses.´
E: Tampoco hay que meter a todos en la misma bolsa, hubo un maltrato en la colimba, peor en Malvinas. Había miedo con todos, hasta los ingleses. Después los soldados de acá sufrieron del Síndrome de Estocolmo, prefirieron quedarse con aquel que los maltrató.
-¿Cómo ven a Iluminados por el Fuego a futuro?
T: El final habla de la esperanza. No creo en no mirar para atrás para avanzar. No tenemos que negar el pasado ni disfrazar el futuro.
-¿Qué le contestarían a los qué dicen qué las Malvinas son inglesas?
E: Nadie de los ingleses conoce mucho a las Malvinas, los que están ahí es por los recursos. Para los argentinos, las islas son parte de nuestra identidad.
O: No se si me pondría a discutir sobre eso con otra persona. Pero creo que vale la pena seguir peleando en los foros.
-¿Qué sintieron al enfrentarse con qué alguien les de vuelta la cara por ser excombatientes?
T: Se trajo a los soldados en micros con papel en las ventanas, desnutridos. Se los encerraron en los cuarteles y los quisieron hacer engordar como a los pollos.
E: Algunos firmaron una declaración jurada para no hablar. Yo estaba emocionado por mi supuesto recibimiento, así que me bajé tres cuadras antes.
-¿Cómo fue ganar los premios a mejor película?
E: Ganamos el premio a la mejor película en Nueva York, y la fiesta fue en la casa donde Edgar Allan Poe escribía sus libros, en su biblioteca. Después nos abrazamos con Robert De Niro, vimos a la chinita de los Ángeles de Charly.
Entre risas termina esta nota a los creadores de la película Iluminados por el Fuego, lentamente fueron separando sus fantasmas, hasta poder volver a reír, como nunca lo habían hecho. Esta entrevista fue realizada por chicos de TEA en la clase de IPI.
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